domingo, 18 de noviembre de 2007

Resumiendo

Estaba esperando un tren de nuestras queridas Cercanías de Barcelona, cuando al señor que estaba sentado a mi lado en el banco le suena el móvil. Contesta enseguida (a grito pelado).

- ¿¡¡SÍÍÍ!!? ¿¡¡OYEEE!!?


- ...


- ¡¡SÍ, PUES YO ESTOY AQUÍ, PA IR PALLÁ!!




No se puede decir más en menos...

viernes, 9 de noviembre de 2007

Milagros no hacemos

Viernes, 17:05 de la tarde. Biblioteca céntrica repletita de usuarios. Uno de ellos, sentado delante de un combo DVD-TV, pide ayuda al bibliotecario. La pantalla del televisor está azul.

- Disculpa, ¿para que se vea la imagen?

El bibliotecario se acerca a mirar el aparato. Todo parece conectado. Y entonces se fija en lo que tiene el usuario sobre la mesa.


Cajas cuadradas.



En todas pone lo mismo.



CD 520 ...





CD...




- Verá... es que son discos de bandas sonoras... no hay imagen.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Bibliofreaks (VII): Los Sinkasa (y2)

Los Sinkasa son problemáticos por varios motivos, de los que podríamos destacar los siguientes:

- Persistencia. Están en la puerta siempre antes de abrir, permanecen dentro todo el día y son los últimos en marcharse. Si cerramos al mediodía, sucede lo mismo con el agravante de que se quedan delante de la biblioteca el par de horitas que suele estar cerrada. Si hay bancos, se echan una siesta, pero siempre atentos al ruido de la puerta de entrada. Este tipo de comportamiento es especialmente tocapelotas las vísperas de festivos importantes. En muchas bibliotecas, los días 23 de junio, 24 de diciembre, etc., los Sinkasa suelen formar el grueso del colectivo de usuarios que no se van aunque pasen 5 minutos de la hora. Y en según qué fechas, como las que decía, se nota mucho más.

- Pestilencia. Si son de los sin techo, y no acceden a las ayudas sociales para, entre otras cosas, higiene, o simplemente son unos guarros, emiten todo un catálogo de olores, a cuál peor, que provoca que uno intente que el trato con ellos dure lo que se puede aguantar sin respirar. Si se combina con el consumo de alcohol, se aconseja no acercar cualquier fuente de llama al sujeto.

- Pesadez. Probablemente no se encontrará usuarios más exigentes y maleducados. ¡Cuidado! Recuerde que las entradas sobre bibliofreaks de este blog son extremadamente generalistas. Hay usuarios que son bellísimas personas, como en todos lados, y los Sinkasa no son menos; simplemente, hay una carga abundante de tirantez en el colectivo. Por otro lado, su nivel de exigencia, combinado con su profundo conocimiento de las costumbres de la biblioteca, puede convertirse en un poderoso aliado cuando uno es un recién llegado. Serán ellos los que podrán indicarle en qué cajón están los auriculares, el mando a distancia, y hasta los pasos a seguir para conectar correctamente el DVD y la TV para que se vea exactamente lo que ellos piden. En los casos de bibliotecas con 4 TV, 2 DVD, 1 VHS, sistema de recepción de canales por satélite, y mesa de mezclas de 8 pistas, el Sinkasa de turno adquiere el rol del guía selvático que va delante del grupo machete en ristre y conoce todos los atajos. A no ser que sea de los gandularros que comentábamos en la anterior entrada, claro. Para el caso del novato, suele primar la necesidad de ver la peli sobre la pereza de tener que apretar botones por uno mismo.

- Recursos acaparados: lo que decíamos del visionado de películas y TV. Suelen abusar hasta que se les pone freno. En el caso de Internet o Multimedia, suelen quedarse delante del ordenador mucho más tiempo del que tienen asignado, lo que genera esperas innecesarias por parte de otros usuarios. Además, cuando les toca desocupar un ordenador, toman por asalto cualquier otro que se halle vacío, sin importarles lo más mínimo el sistema de turnos. Esta especie de duelo a tres bandas entre ellos, otros usuarios y el personal de la biblioteca, suele prolongarse a lo largo de todo el turno, y repetirse a diario, pese a las múltiples advertencias. El caso extremo es cuando hacen lo mismo ya con el carnet bloqueado. Como no, suelen ser los más broncas cuando se les recrimina su actitud.

- Uso de los baños como ducha improvisada: Los usan para lavarse todo el cuerpo, con la consiguiente inundación, suciedad, y desprecio por el resto de usuarios.

- Ruiditos varios: ¡sus ronquidos son temibles!

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Bibliofreaks (VII): Los Sinkasa

Aunque el nombre parezca pertenecer más a una tribu zulú que un tipo de usuarios, les aseguro que a éstos les queda que ni pintado. Los Sinkasa son aquellos que, literalmente, viven en la biblioteca y por lo tanto, suscitan continuamente entre el personal la pregunta "¿Pero esta gente no tiene casa?" (o "¿No tiene vida?", pero esta variante es algo más cruel). Lamentablemente, en muchos casos es algo literalmente cierto, puesto que la mayoría de ell@s pertenecen al colectivo de los sin techo.
Los Sinkasa son, en muchos casos, también Garfield. Están en la puerta bastante antes de abrir y entran de los primeros, con paso firme y soberbio. A partir de aquí, comienza una rutina diaria que varía ligeramente según el sujeto, pero que, una vez establecida, es tan fácil de identificar como difícil de cambiar:

- Asalto a la prensa diaria. Los Sinkasa y/o Sinvida son el más directo competidor, en el medio ecológico, de los Abuelos del Periódico por leer los primeros el diario. Compárenlo con dos familias de superpredadores que comparten una presa que no abunda. Generalmente gana el Comando Imserso, ya que juega en casa y defiende su posición con uñas, dientes postizos, bastones de uso múltiple y muletas de combate.

- Los Sinkasa (la inmensa mayoría son hombres), suelen optar entonces por las revistas, de menos demanda, y el uso de Internet. Eso, cuando simplemente no se sientan en un sofá o un sillón y se quedan sin hacer nada. Si estamos hablando de la tarde, el "no hacer nada" pasa a ser "quedarse dormido", con el consecuente peligro de entrar en una fase de molestos ronquidos.

- Uso de Internet. El Sinkasa es experto en el uso de Internet a lo largo del día. Combina perfectamente el uso de los ordenadores que sólo tienen acceso a la red (que pueden usarse entre 2 y 3 horas a la semana), con los de las Aulas Multimedia (de entre 4 y 8 horas), que tienen controles de tiempo distintos e independientes. Si la biblioteca tiene varias plantas y el cronómetro de Internet es distinto en cada una, subirá y bajará las veces que haga falta para tener más horas. Si, además, el local dispone de PC de consulta rápida, éste será usado lo que le venga en gana.

- La biblioteca es el cine más barato del mundo: el servicio más usado por los Sinkasa (además del WC), es el que les permite ves películas en DVD y VHS, cómodamente sentados, con auriculares y mando a distancia. En esto, curiosamente, suelen ser tan exigentes como gandules: no pararán hasta que se le ponga lo que quieren, en el idioma que quieren y con los subtítulos que desean, si se tercia. Ante cualquier intento de explicarles el fácil uso del mando a distancia del DVD, gritarán enseguida algo así como "¡Uy, no! ¡Yo de estos trastos no entiendo!" Ya, sí... y yo me lo creo. El visionado de películas trae consigo una ristra de elementos propios. El, primero, la competencia. En este caso, la tribu sólo lucha contra ella misma. Si es usted observador/a, distinguirá enseguida la serie de alianzas y enfrentamientos, según los grupos. Los que se conocen entre ellos no se pisan el derecho a peli y se combinan los horarios a la par que se guardan los turnos. Si aparece alguno que no es de su círculo y logra ponerse antes que ellos, tendrá malas caras, protestas, y la cosa puede llegar a las manos. Este tipo de conflicto se maximiza en las bibliotecas que tienen más de un aparato y TV y, por el motivo que sea, alguno de ellos deja de funcionar durante unos días, lo que genera un cuello de botella muy agobiante para el personal. El uso de este servicio se convierte rápidamente en abuso, lo que obliga a tomar medidas para racionalizarlo. ¿Han entrado alguna vez en una biblioteca dónde haya un cartel que rece "Sólo se permite una película por persona y día?" No lo duden: han tenido una verdadera epidemia de Sinkasa.

(mañana seguimos)

martes, 6 de noviembre de 2007

Problema de orientación

Hay tardes curiosas. Como esa en que trabajas en una biblioteca con más de dos plantas, y te preguntan:


- Hola, ¿para conectarme a Internet?

Y respondes:

- Sí, en el SEGUNDO PISO.

A lo que te vuelven a preguntar:

- Ah, ¿abajo, dices?


...



Cuando esto te pasa tres veces seguidas, y otras tantas a tu compañero, no sabes si los usuarios tienen un grave problema de orientación vertical, o es que los aparcamientos de múltiples niveles de los grandes centros comerciales, o los abundantes sótanos del Corte Inglés, han hecho muuuuucho daño. :S

viernes, 2 de noviembre de 2007

Mejor dentro que fuera



Teniendo en cuenta que está en una papelera...