viernes, 12 de agosto de 2011

¡Camarero, una copa de todo lo que tenga!

Primera hora de la tarde. Una usuaria con muchos años pero poca experiencia con bibliotecas entra por la puerta y saluda.

- Perdona, ¿tienes un listado de todo lo que hay aquí?


En serio, hay maneras más suaves para pedir un acceso al catálogo que no predispongan a la angina de pecho.

Por cierto, la mortadeliana frase del título es la mejor manera de expresar cómo se siente uno ante estas preguntas.