sábado, 20 de septiembre de 2008

¡Ahora sí que es un sábado agradable!

Venir a trabajar un sábado siempre tiene ese punto de pereza adicional que te obliga a un sobreesfuerzo para levantarte de la cama. Cuando es un día como hoy, que sólo me toca el turno de mañana, uno se consuela un poco y se dice a sí mismo que ánimo, que pasen las horas lo más rápido posible, y que el lunes será otro día.

Pero claro, como el día depende de los usuarios que uno tenga, más vale no ser demasiado optimistas. Nada te arregla tanto la jornada como ese usuario que te la va a hacer especial. Y a mí el día me lo acaban de arreglar, efectivamente...

Se me acerca un usuario rascándose la cabeza, durante demasiado rato, y se me planta delante. No dice nada y sigue rascándose. Cuando parece satisfecho para, se mira la mano (las uñas) y me suelta: "A lo mejor si me ducho se me van los piojos".


Lo bueno es que aún no me había ido a desayunar.


Lo malo es que ya no sé si hacerlo...

1 comentario:

Kitsunesan dijo...

Se positivo hombre!!!. Imaginate que les hace el carnet de la biblioteca... Serian los primeros piojos cultos de la historia... Siesqueeee que poca visión para hacer crecer el negocio.