sábado, 25 de abril de 2009

¿Y si me cambio de ordenador?

En la biblioteca en la que trabajo ahora, usamos un sistema rígido de reservas para usar Internet. Se trata del modelo que se irá implantando en toda Barcelona y que cambia bastantes cosas con respecto al mal uso que se le da al de ahora, por parte de mis queridos usuarios.

Me explico: con el sistema, digamos, tradicional, el usuario pasa por el mostrador o el ordenador de reservas, se le dice si quedan ordenadores o no y se apunta. El ordenador está continuamente en funcionamiento, así que si se pasa 5 minutos de su turno, sólo se da cuenta el siguiente usuario, si hay uno. Con el sistema nuevo, el ordenador se desconecta solo a la hora convenida, sólo deja entrar a quien hizo la reserva, etc. El sistema no es perfecto, pero funciona en el sentido de permitir menos abusos. Curiosamente, los únicos que se quejan de este cambio de sistema son los usuarios “con morro”. Ya me entienden. Porque una vez se habitúa uno al cambio, lo cierto es que es más sencillo aún gestionarse el tiempo de Internet.

Una de las características principales del nuevo sistema, además, es que se basa en sesiones rígidas de una hora, y no permite repetir sesión en el mismo terminal, lo que evita que alguien programe 5 sesiones seguidas, pongamos, y acapare toda la tarde el PC. El efecto concreto que deseamos evitar es que, a primero de mes, cuando el carné del usuario está repletito de sesiones, las use todas en cuatro días. O sea, que la primera semana, sólo tendríamos a los mismos, sin que pudiese usar el servicio nadie más, Créanme, lo he visto...

La contrapartida a esto que les cuento, es que se pueden realizar sesiones seguidas cambiando de ordenador. Y ahora, para tratar de disculparme por la parrafada, les cuento lo sucedido hace pocos minutos. Un usuario llega un poco tarde y se suma a una sesión de una hora, pero de la que podrá aprovechar menos minutos. El sistema, amablemente, le advierte cuando queda poco que dentro de cinco minutos acabará su tiempo. Se gira y me pregunta: “¿Puedo seguir un rato más?” Y yo le cuento parte de lo que les he soltado, sobre el sistema de sesiones. Me pregunta si se puede cambiar de ordenador y le informo que están todos reservados.
- ¿Y esos de allí?
- ¿Dónde dice? – me estaba señalando hacia una zona dónde sólo hay mesas, puntos de lectura.
- Sí, esos de las mesas. Me pongo en uno, ¿eh?

¿Eh? Pues va a ser que no... porque eso son portátiles de los usuarios conectados a WiFi, y como trate de sacar a alguien de su propio ordenador la liamos. Le he parado a tiempo, pero ya iba para allá...

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