martes, 19 de enero de 2016

La prueba del delito

  Un usuario con cara de no haber dormido bien en tres años se acerca al mostrador de préstamo. Le acompaña una nube de vapor alcohólico, nada sutil y que alimenta una voz ronca y cazallera.

- ¡¡Oyeee, que no me puedo conectar a Interneeé!!

La bibliotecaria toma el DNI de las manos del usuario a la vez que traga un poco de saliva y trata de no respirar muy fuerte. La lectura del carnet revela que debe documentos.

- En su carnet hay un par de libros de ajedrez que se debían haber devuelto hace casi dos años, caballero. Por eso no le deja conectarse.

- ¿Dos años dices? Pues no puede ser, no los he cogido yo.

- ¿No?

- No. Es que por esas fechas yo estaba en la cárcel. ¡Y no sé jugar al ajedrez!

- ...

-...

- y... ¿no le dejaría el carné a nadie, no?

- No, qué va. Si de hecho lo perdí. Una movida... lo encontraron en la escena de un crimen, un asesinato creo. Lo tiene la policía judicial.

- (nyeeee, para eso no me habían preparado...) Pues nada, que debe dos libros, ¿eh?

- Vale, vale.




PS: Con permiso de la compañera a la que le sucedió esta historia. ¡Gracias!

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