Mañana tranquila en el mostrador de préstamo, donde habitualmente se halla la centralita telefónica. Entra una llamada y la compañera de la sección descuelga el aparato.
- Biblioteca, ¿dígame?
- A vé, nena, que yo tengo apuntao en la agenda de vení a la biblioteca hoy. Anda, mírame a vé pa qué era, hombre...
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