miércoles, 7 de noviembre de 2007

Bibliofreaks (VII): Los Sinkasa

Aunque el nombre parezca pertenecer más a una tribu zulú que un tipo de usuarios, les aseguro que a éstos les queda que ni pintado. Los Sinkasa son aquellos que, literalmente, viven en la biblioteca y por lo tanto, suscitan continuamente entre el personal la pregunta "¿Pero esta gente no tiene casa?" (o "¿No tiene vida?", pero esta variante es algo más cruel). Lamentablemente, en muchos casos es algo literalmente cierto, puesto que la mayoría de ell@s pertenecen al colectivo de los sin techo.
Los Sinkasa son, en muchos casos, también Garfield. Están en la puerta bastante antes de abrir y entran de los primeros, con paso firme y soberbio. A partir de aquí, comienza una rutina diaria que varía ligeramente según el sujeto, pero que, una vez establecida, es tan fácil de identificar como difícil de cambiar:

- Asalto a la prensa diaria. Los Sinkasa y/o Sinvida son el más directo competidor, en el medio ecológico, de los Abuelos del Periódico por leer los primeros el diario. Compárenlo con dos familias de superpredadores que comparten una presa que no abunda. Generalmente gana el Comando Imserso, ya que juega en casa y defiende su posición con uñas, dientes postizos, bastones de uso múltiple y muletas de combate.

- Los Sinkasa (la inmensa mayoría son hombres), suelen optar entonces por las revistas, de menos demanda, y el uso de Internet. Eso, cuando simplemente no se sientan en un sofá o un sillón y se quedan sin hacer nada. Si estamos hablando de la tarde, el "no hacer nada" pasa a ser "quedarse dormido", con el consecuente peligro de entrar en una fase de molestos ronquidos.

- Uso de Internet. El Sinkasa es experto en el uso de Internet a lo largo del día. Combina perfectamente el uso de los ordenadores que sólo tienen acceso a la red (que pueden usarse entre 2 y 3 horas a la semana), con los de las Aulas Multimedia (de entre 4 y 8 horas), que tienen controles de tiempo distintos e independientes. Si la biblioteca tiene varias plantas y el cronómetro de Internet es distinto en cada una, subirá y bajará las veces que haga falta para tener más horas. Si, además, el local dispone de PC de consulta rápida, éste será usado lo que le venga en gana.

- La biblioteca es el cine más barato del mundo: el servicio más usado por los Sinkasa (además del WC), es el que les permite ves películas en DVD y VHS, cómodamente sentados, con auriculares y mando a distancia. En esto, curiosamente, suelen ser tan exigentes como gandules: no pararán hasta que se le ponga lo que quieren, en el idioma que quieren y con los subtítulos que desean, si se tercia. Ante cualquier intento de explicarles el fácil uso del mando a distancia del DVD, gritarán enseguida algo así como "¡Uy, no! ¡Yo de estos trastos no entiendo!" Ya, sí... y yo me lo creo. El visionado de películas trae consigo una ristra de elementos propios. El, primero, la competencia. En este caso, la tribu sólo lucha contra ella misma. Si es usted observador/a, distinguirá enseguida la serie de alianzas y enfrentamientos, según los grupos. Los que se conocen entre ellos no se pisan el derecho a peli y se combinan los horarios a la par que se guardan los turnos. Si aparece alguno que no es de su círculo y logra ponerse antes que ellos, tendrá malas caras, protestas, y la cosa puede llegar a las manos. Este tipo de conflicto se maximiza en las bibliotecas que tienen más de un aparato y TV y, por el motivo que sea, alguno de ellos deja de funcionar durante unos días, lo que genera un cuello de botella muy agobiante para el personal. El uso de este servicio se convierte rápidamente en abuso, lo que obliga a tomar medidas para racionalizarlo. ¿Han entrado alguna vez en una biblioteca dónde haya un cartel que rece "Sólo se permite una película por persona y día?" No lo duden: han tenido una verdadera epidemia de Sinkasa.

(mañana seguimos)

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