viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Mala fama?

Estos días, al margen de pasear libros por la biblioteca y de presentarlos a varias estanterías distintas, hemos realizado los primeros contactos con las fuerzas vivas del barrio, para irnos conociendo. Nuestros amigos de Correos, para que nos guarden las revistas, que bastantes hemos perdido ya por haberlas mandado a una dirección equivocada; los del kiosko, para ir encargando los periódicos de cada día; los del bar nos tienen la mar de vistos de ir cada mañana a desayunar, etc. De todas estas visitas, me tiene mosqueado el hecho de que, al menos una persona de cada uno de estos sitios me ha preguntado: "¿Y los libros son todos nuevos?". No sé si es que tenemos fama de recoger todos los libros de segunda mano que nos intentan regalar, o es que creen que el fondo inicial se forma con los restos de lo que otras dan de baja. Sí que viendo el ejemplar de la anterior entrada uno lo puede llegar a pensar, pero por suerte, es una excepción.

Y el caso es que ya nos han parado por la calle con la consabida frase: "Ah, pues yo tengo muchos libros en casa; ya os los bajaré".

¡¡NOOOOOOOOO!!

5 comentarios:

Queso y aceitunas dijo...

A mí me hacen mucha gracia los comentarios de los usuarios que piden un libro y le añaden la coletilla: "pero seguro que no lo tenéis, porque es muy nuevo"... :D

Kitsunesan dijo...

Bueno, la verdad es que habemos muchos acostumbrados a las antiguas bibliotecas, donde para encontrar una novedad tenía que esperarte años...
Y por otra parte, pq no queréis libros viejos o de segunda mano? A mi no me importa ceder algunos o leer algunos que soy incapaz de encontrar en las librerías... Ya me daría con un canto en los dientes...

Upuaut dijo...

Querida Kitsune: el rechazo a los libros donados es habitual, ahora, en las bibliotecas públicas. No sé cómo está el tema en todas las Comunidades Autónomas, pero todo el gremio sufrimos de los mismos males:
- El espacio es limitado, y hay usuarios que no donan un libro o dos, sinó estanterías enteras o cajas bien llenitas.
- Existe un presupuesto anual, que es obligatorio emplear, para llenar nuestro exiguo espacio.
- La calidad de lo que se intenta donar suele ser muy variable, tirando a la baja (con excepciones claro). Cuantos de nosotros no nos habremos encontrado con un libro en las manos, entregado con la mayor de las sonrisas, que más parece una masa informe de color marrón oscuro, y que se cae a pedazos. No hablemos ya del olor de lo que a veces te llega...

Upuaut dijo...

De todas maneras, continuando con el comentario anterior, creo que ya he mencionado alguna vez que sí aceptamos sin problemas donativos que tengan que ver con el entorno de la biblioteca, su Colección Local, o sobre su especialización o centros de interés, si los hay. Es una buena manera de incorporar en nuestros fondos libros descatalogados sobre la historia del barrio o la ciudad. Si la biblioteca se ha dedicado, mediante nombre, a un escritor, también es normal recibir sus libros, más si se trata de ediciones imposibles de encontrar y distintas a las que ya se poseen.

Myriam dijo...

Entonces, ¿no te puedo pasar los libros que tenía en lo alto de la estantería, llenos de polvo, y que a la baja, deben tener ya 30 años? Cachis...