viernes, 20 de noviembre de 2009

Primeras bajas

En todas las guerras hay bajas. En la nuestra particular, contra la incultura, también. No hablo de bajas de libros del catálogo, cosa que aún no hemos llevado a cabo (todo llegará), sinó de bajas físicas, de caídas en acto de servicio. Damas y caballeros: les presento la primera víctima mortal del proceso de creación de nuestra biblioteca:





Sí, un mosquito, al que el intento de aprender Euskera parece que le ha costado muy caro. No hace falta que se lo diga; el libro estaba así cuando lo hemos sacado de la caja y el mosquito está debajo del forro. Si son religiosos, recen algo por tan pequeño pero plastificado mártir. Si no lo son, no importa: simplemente, recuérdenle. Snif, snif...

Ahora pongámonos serios: vuelvan a mirar la foto. Sí, ahí, a la derecha. ¿Ven la mancha? Hagamos una posible reconstrucción de los hechos: un empleado de la Diputación de Barcelona está forrando libros para esa biblio que abrirán dentro de unos meses cuando, de repente, un atrevido mosquito se posa en el lado izquierdo del libro. Sin perder un segundo, nuestro protagonista cierra brúscamente el volúmen para acabar con el insecto de manera expeditiva. El bicho queda aplastado en ese lado izquierdo, mientras que la mancha que delata su muerte, queda en el derecho.



Y, en lugar de retirar cortesmente al mosquito, nuestro forrador (o forradora, para el caso no importa), sigue impertérrito y acaba de plastificar el exterior del diccionario sin retirar el mosquito (para qué, ¿no?). Pues ya saben: guarretes hay en todos lados, pero no todos consiguen inmortalizar su desidia. ¡Con un par!

3 comentarios:

Irisibula dijo...

Wanla! Pues como en Parque Jurásico, imagínate que en tropecientos mil años algún listo saca adn del mosquito y gracias a la sangre que lleva dentro clonan al forrador y/o bibliotecario. ¡Gracias al mosquito de tu biblio no nos extinguiremos nunca! XD

Kitsunesan dijo...

No soporto la crueldad con los animales. Que exibicionista !!!

De todas las maneras yo creo que lo dejaron ahí para que en unos cientos de años, cuando haya sucedido el debacle tecno-ecológico, se recupere el ADN de esa especie extinguida que es el Mosquitus bibliofilus.

No es guarrería hombre, es un legado.

Kitsunesan dijo...

No soporto la crueldad con los animales. Que exibicionista !!!
Yo les montaba una queja, que será lo próximo? Crueldad con las polillas de los libros? Seamos civilizados. Obviamente es obra de un psicópata.