Primera hora de la tarde. Una usuaria con muchos años pero poca experiencia con bibliotecas entra por la puerta y saluda.
- Perdona, ¿tienes un listado de todo lo que hay aquí?
En serio, hay maneras más suaves para pedir un acceso al catálogo que no predispongan a la angina de pecho.
Por cierto, la mortadeliana frase del título es la mejor manera de expresar cómo se siente uno ante estas preguntas.
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2 comentarios:
Recuérdame que te explique lo del colega mío que quería que alguien le diera la lista de palabras clave de Google... Lo siento por tu gremio, pero después de dos horas explicándole cómo iba la cosa, lo acabé enviando a que le pe untase a un bibliotecario ;)
... "le preguntase" a un bibliotecario... Maldito teclado virtual y autocorreccion del iPad...
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